El Vinagre de yema de Jerez, que elaboran las Bodegas Herederos Nicolás Martín, posee una crianza en barricas de roble americano de 20 años de vejez, procedentes de las botas de Fino acetificadas, del sistema tradicional de Ciaderas y Solera.

El color pertenece a la gama del caoba profundo, brillante y de textura sedosa.

Su gusto es evocadoramente vinoso y potente, cuya combinación nos trae al paladar el alma de los vinos del Marco de Jerez. El punto de acidez contrasta con su potente redondez, adquirida durante su prolongada crianza.

El aroma que desprenda recuerda del mismo modo a los vinos base, con una intensa nota aromática que se compone de fragancias de almendras amargas, pasas, vainilla, regaliz o madera de roble americano, dónde madura.

Su concentración y acidez lo hace idóneo para resaltar los sabores de los platos que condimenta, aliños, pescados o adobos.